Uno, dos, tres… por la adultez
Antonio Alonzo Ruiz (*)
Tradicionalmente se ha dicho que la “ociosidad es la madre de todos los vicios”. Pero en términos de madurez humana parece ser que los vicios han cambiado de madre, pues en la actualidad la madre de todos los vicios y conflictos personales e interpersonales parece llamarse “superficialidad”.

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