Uno, dos, tres… por la adultez
Antonio Alonzo Ruíz (*)
Cuando abordamos el tema del arte de la buena conversación dijimos que inicia cuando decides “escuchar” activamente a quien es tu interlocutor.
Aunque este sea un buen inicio, suele ser necesario poner en práctica otra habilidad conversacional que cosiste en “preguntar” inteligentemente, es decir, indagar de manera respetuosa y oportuna de tal forma que tu interlocutor se de cuenta de que estás interesado en saber más para entender mejor lo que conversas.
Sigue la lectura dando clic en la imagen
0 comentarios:
Publicar un comentario