Uno, dos, tres… por la adultez
Antonio Alonzo Ruiz (*)
“Vivir, mi avisado aprendiz, es la sucesión ininterrumpida de respuestas que sigue a una sucesión infinita de preguntas. Cuando se rompe alguna de estas dos sucesiones o no hay correspondencia entre la una y la otra, entonces, la vida pierde todo sentido”, explica Sobriedad.
Preguntar y responder acerca de tu existencia, es el principio y origen de lo que hoy sabes, sientes y crees de ti mismo.
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